Cada día se celebran las subastas de marisco y pescado por separado en la Lonja de Cedeira. Puntuales acuden tanto mayoristas como pescaderos y otros distribuidores para pujar por el mejor género y venderlo más tarde al público.
Es una lonja pequeña pero muy organizada. Apenas el pescado es descargado se pesa, etiqueta y queda registrado. A la vez se cubre de hielo picado y entra en cámara frigorífica hasta que se realiza la puja.
Esperaba encontrar el regateo sonoro propio de las lonjas de otros puertos. Aquí esto se ha cambiado por la subasta electrónica. Todo queda a la vista y se liquida en menos de una hora. Cada cual se lleva su lote pensando que fue un buen trato.
Pescadores que terminaron su faena observan igualmente las pantallas viendo que los precios nunca terminan de remontar.