Los atardeceres en la Albufera son mágicos. El sol que va cayendo inunda de luz rojiza la propia laguna. Cada tarde, durante el verano, salen decenas de embarcaciones que nos permiten disfrutar de un espectáculo único y espiritual.
Los barqueros se cruzan. Unos saludan, otros solo miran al horizonte. Conocen perfectamente su mar y cómo surcar entre juncos. Esta serie está dedicada a ellos.
La brisa del mar entra en la Albufera. Se siente la calma y la paz de unas aguas tranquilas. El último punto del sol termina por ocultarse en el horizonte. Justo entonces, Vicent rompe el silencio y agradece por el día que ya pasó.
Vicent “el Torrentí”, barquero de L’Albufera y buen amigo.